Vender el voto, claro que no. Pero se debe exigir a candidatos y partidos polÃticos cumplir promesas.
Por Mario Antonio Lara Valdez
Cuando analizamos los niveles de abstención electoral puede ser preocupante, pero más allá de este histórico comportamiento, debemos lograr disminuir esta realidad donde ciudadanos no se motiven o no tengan conciencia ciudadana sobre ese derecho constitucional que tienen para determinar quién será presidente, legislador, regidor o alcalde.
Nos pueden surgir interrogantes que nos pueden ayudar aclarar esta situación actual de abstención electoral asà como otras posibles realidades como votantes desmotivados, clase polÃtica desacreditada, vacÃo de liderazgo polÃtico, clases sociales que no se sienten representadas por el sistema de partidos polÃticos o indiferencia del ciudadano votante por lograr vivir dÃa tras dÃa.
Nuestro paÃs tiene en la Junta Central Electoral confianza y esto fue demostrado en las elecciones municipales que fueron interrumpidas en febrero 2020, pero podemos observar cómo ciudadanos dominicanos votantes regresaron a votar a nivel municipal y presidencial, manteniendo siempre paz social.
Esas épocas recientes donde los partidos polÃticos, candidatos como también dirigentes asumÃan ideologÃas, pensamiento polÃtico, propuestas para cambiar nuestras realidades o lograr algo que hoy no existe como es el surgimiento de liderazgo polÃtico reales.
Ahora mismo estoy haciendo esta propuesta para que los ciudadanos dominicanos votantes y de latinoamérica puedan tener mejor acceso a lograr ser tomados en cuenta en congresos, alcaldÃas y gobiernos en sus paÃses, y serÃa ponerle condiciones a su voto como compromiso mutuo.
Sectores poblacionales como envejecientes, niñez, madres solteras, adolescentes y adultos entre cuarenta hasta cincuenta cinco años están obligados a verse engañados por partidos polÃticos, funcionarios públicos y candidatos.
Esta indiferencia de los diferentes gobiernos representados en el sistema partidista, asà como candidatos que se burlan de sus votantes inmediatamente lograr cargos públicos o espacios en lo municipal y congresual, dejando huellas permanentes para no confiar y rechazarlos.
Votar es un deber ciudadano que se debe asumir de manera responsable, pero en conciencia y despertando entre nuestro entorno la suficiente confianza para mantener o mejorar nuestra particular forma de ser o gobernar en Latinoamérica.
Es triste ver cómo los problemas de cada persona son similares en cada paÃs, pero sobretodo buscamos culpables en los partidos polÃticos porque tienen altos niveles de responsabilidad ante desigualdad, desequilibrio económico, inseguridad asà como falta de planificación en salud y educación, entre otros señalamientos que van inquietando o enfrentando en la conciencia de los votantes.
Es increÃble como paÃses que tienen potenciales enormes para lograr bienestar social y económico permanecen en un laberinto o jaula por esa ambición desmedida de la clase polÃtica que por su falta de visión integral no logra superar problemas básicos, prefiriendo asumir burocracia y corrupción entre sus objetivos.
Lograr despertar conciencia ciudadana sobre ese valor del voto es de vital relevancia para lograr avances tangibles siempre en el marco democrático, pero necesitamos saber qué tan lejos podemos llegar en nuestros paÃses.
Quien escribe es directivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa SNTP y de la Sociedad Dominicana de Medios Digitales Sodomedi.


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