En la reunión de gabinete de este domingo por la tarde, el
primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, expresó sobre las conversaciones
sobre un acuerdo tras la cumbre en Catar: "Estamos manteniendo
negociaciones y hay cosas en las que podemos ser flexibles, y hay cosas en las
que no podemos ser flexibles, e insistimos en ellas". El primer ministro
se reunirá mañana lunes a las 11 con el secretario de Estado de Estados Unidos,
Antony Blinken, que llegará a Israel esta tarde.
Al comienzo de su discurso, el primer ministro aclaró que
Israel "estaba preparado para defenderse y responder severamente a
cualquier amenaza". Y agregó: "Estamos decididos a defendernos, y
también estamos decididos a exigir un precio muy alto a cualquier enemigo que
se atreva a atacarnos, desde cualquier ámbito". Con respecto al acuerdo,
mencionó que "al mismo tiempo, estamos negociando la liberación de
nuestros secuestrados. Se trata de una misión moral y nacional de primer orden.
Estamos llevando a cabo negociaciones muy complejas con una organización
terrorista asesina".
Y subrayó: "Estamos llevando a cabo negociaciones. Hay
cosas en las que podemos ser flexibles, y hay cosas en las que no podemos ser
flexibles, e insistimos en ellas. Sabemos muy bien cómo distinguir entre las
dos. Por lo tanto, junto con los tremendos esfuerzos que estamos haciendo para
devolver a nuestros secuestrados, nos mantenemos firmes en los principios que
hemos establecido, que son esenciales para la seguridad de Israel".
Aclaró que estos principios eran "consistentes con el
esbozo del 27 de mayo, que recibió el apoyo estadounidense", y reiteró que
"Hamas, hasta este momento, se ha adherido a su rechazo. Ni siquiera envió
un representante a las conversaciones en Doha. Por lo tanto, la presión debe
dirigirse a Hamás y a Sinwar, no al gobierno de Israel. La fuerte presión
militar, y la fuerte presión política, es el camino para lograr la liberación
de nuestros secuestrados".
Aunque volvió a tratar de culpar a Sinwar, un alto funcionario
del gobierno le dijo a Ynet que Netanyahu tiene "miedo de un acuerdo,
porque no quiere que la guerra termine". "Siempre encontrará una
excusa por la que no puede hacer un trato. Netanyahu entiende que un acuerdo
significa el fin de la guerra y el fin del gobierno, y por lo tanto no lo
implementará".
A pesar del optimismo expresado por algunos alfinal de la
cumbre en Doha durante el fin de semana, cuando la oficina del primer ministro
Benjamin Netanyahu también informó de un "optimismo cauteloso" en el
equipo negociador israelí, en la práctica parece que todavía hay grandes
obstáculos para completar un acuerdo que conduzca a la liberación de los
rehenes que han estado cautivos en Gaza durante 317 días.
Uno de los principales temas de controversia que quedan es
la demanda de Netanyahu de impedir el regreso de los militantes al norte de
Gaza como parte del alto el fuego que se incluirá en el acuerdo, una demanda
que Israel no incluyó en el esbozo original de mayo, pero que se planteó en el
"documento de aclaración" aprobado a finales de julio. Una fuente
israelí relacionada con las negociaciones dijo esta mañana que los
estadounidenses habían dejado claro a Israel y a los negociadores que no habría
restricciones en tiempo real, ni ningún mecanismo ordenado y permanente para
controlar a la población que regresa a sus hogares en el norte de la Franja de
Gaza.
"No está sobre la mesa", dijo la fuente, "en
lo que a ellos respecta, no puede haber acuerdo si Israel insiste en tal
condición, después de evacuar el corredor de Netzarim". Dos fuentes
israelíes dicen que el primer ministro acordó posponer el tratamiento de todo
el asunto hasta el final de las negociaciones. Este retraso, por supuesto, le
permite utilizar la cuestión del regreso de los palestinos al norte como una
píldora envenenada para hacer saltar por los aires el acuerdo, o decidir que
otros logros justifican aceptarlo.
La palabra "mecanismo" está ausente en la
respuesta dada por el jefe del Mossad, Dadi Barnea, a los mediadores a finales
de julio. Los mediadores dejaron claro a Netanyahu que Hamás no aceptaría
ningún mecanismo organizado para examinar el regreso de la población a sus
hogares en el norte, y altos funcionarios de defensa le dijeron al primer
ministro que, en cualquier caso, si las FDI evacuaban el corredor de Netzarim
en el centro de la Franja de Gaza, no habría forma de garantizar que se
implementara dicho mecanismo.
El avance de las negociaciones en ese momento se debió a que
Hamás renunció a las palabras inequívocas de que la guerra terminaría, y en su
lugar se conformó con recibir garantías de los mediadores, mientras que Israel
renunció al control del corredor de Netzarim y limitó el retorno de la
población al norte. Hay pesimismo entre los funcionarios de seguridad en Israel
sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo, y una alta fuente de seguridad
llegó a decir que el primer ministro –que ya se había retirado de la demanda de
un "mecanismo"– ha vuelto a esta demanda en los últimos días.
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