Millones de usuarios en todo el mundo, especialmente en América Latina, se enfrentan a una decisión inminente con la llegada de la fecha límite establecida por Microsoft. El gigante tecnológico ha marcado el 14 de octubre de 2025 como el día final para el soporte gratuito de Windows 10, lo que obliga a millones a considerar una migración forzosa a Windows 11 para no quedar expuestos a vulnerabilidades de seguridad.
La compañía ha intensificado su campaña para que los usuarios actualicen sus sistemas operativos. Esta estrategia ha generado una pregunta clave entre los consumidores: ¿es el fin de la era de Windows 10? La respuesta parece inclinarse hacia un sí, afectando directamente a un estimado de 400 millones de usuarios que aún operan con esta versión.
La Presión por Actualizar y las Opciones del Usuario
Microsoft no ha dejado sus intenciones al azar. A principios de este año, la empresa instaló de manera forzosa su nuevo cliente de Outlook en dispositivos con Windows 10, una táctica que replicó con la actualización a Windows 11 24H2 en ciertas ediciones. Sin embargo, la advertencia más directa llegó con el parche KB5001716, que, según la propia compañía, podría "intentar descargar e instalar actualizaciones de funciones en su dispositivo si se acerca o ha llegado al final del soporte".
Para aquellos que deseen aferrarse a Windows 10, existe una opción de pago. Según informes del portal Windows Latest, los usuarios podrán extender el soporte de seguridad por un año más a un costo que rondaría los 30 dólares. Quienes no opten por esta vía y cuenten con un equipo compatible, verán sus sistemas actualizados a Windows 11 de manera automática.
En los próximos 100 días, dos factores definirán el panorama. El primero es cuántos de los PCs elegibles realizarán la transición. Sorprendentemente para Microsoft, tras meses de cifras estancadas, se ha producido una oleada de actualizaciones. Datos recientes de Statcounter del 24 de junio muestran un hito: tanto Windows 10 como Windows 11 comparten una cuota de mercado del 47,65%, indicando que la brecha se ha cerrado rápidamente.
El Dilema de los Equipos Incompatibles
El segundo factor es, quizás, el más preocupante: la gran cantidad de computadoras que no pueden recibir la actualización gratuita. Los análisis del sector sugieren que al menos 240 millones de ordenadores no cumplen los requisitos de hardware para Windows 11. Estos usuarios se encuentran en una encrucijada: pagar a Microsoft por una extensión de seguridad o invertir en un nuevo equipo.
Naturalmente, Microsoft y los fabricantes de PC están promoviendo activamente la compra de los nuevos "Copilot+ PC", diseñados para el futuro de la inteligencia artificial. La compañía lo presenta como una manera de "asegurar su futuro" digital.
Esta estrategia parece estar funcionando. La publicación The Register informa que, durante abril y mayo, los distribuidores en Europa enviaron un 22% más de ordenadores de escritorio a clientes empresariales, lo que impulsó los ingresos en un 17% interanual.
Con la cuenta regresiva en marcha hacia el 14 de octubre, los usuarios de Windows 10 deben evaluar sus opciones. Para quienes poseen un equipo compatible, la migración a Windows 11 es la ruta más segura y recomendada. Para el resto, la decisión implicará un análisis cuidadoso entre pagar por seguridad adicional o dar el salto a una nueva generación de hardware.
Fuente: Forbes.com
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