Daniel Sancho,
condenado a cadena perpetua por el asesinato del colombiano Edwin Arrieta,
cumple este martes dos años en prisión a la espera de que la Justicia
tailandesa resuelva el recurso contra su sentencia. En marzo, su defensa
solicitó que se celebrara una nueva vista o se repita el juicio en primera
instancia para poder llamar a nuevos testigos. Sancho ha indicado a la Agencia
Efe que espera que con el recurso a su sentencia “se haga justicia” y “se
llegue a la verdad”.
“Tengo esperanzas
de que se haga justicia, de que se llegue a la verdad. Que no solo se me juzgue
por las apariencias, como pasó en la primera sentencia”, dijo el español de 31
años desde la prisión de máxima seguridad de Surat Thani (sur de Tailandia).
Sancho, que fue
detenido el 5 de agosto de 2023 tras confesar el asesinato y descuartizamiento
de Arrieta, un crimen cometido dos días antes, cumple condena en esa prisión
desde que fuera sentenciado a cadena perpetua por un tribunal de Tailandia el
29 de agosto del año pasado. La defensa de Sancho, que ha recurrido la
sentencia, sostiene que la muerte de Arrieta se debió a un accidente fruto de
una pelea en la que el condenado actuó en defensa propia, por lo que rechaza la
condena por asesinato premeditado.
Los
representantes en España de la familia de Arrieta, los letrados Juan Gonzalo
Ospina y Beatriz Uriarte, afirmaron el pasado jueves que “no hay ninguna prueba
que avale su inocencia [la de Sancho]” y que dos años después del crimen, la
familia está viviendo momentos “muy difíciles”, dado que “siguen sin poder
descansar en paz”.
La defensa del
español presentó el 26 el marzo un extenso recurso, de unas 400 páginas, contra
la sentencia en el que además de apelar el fallo pedían la celebración de una
vista oral o la repetición del juicio en primera instancia con el objeto de
presentar “nueva evidencia oral de nuevos testigos” y que “se dicte una nueva
sentencia”. Según ese recurso, “casi inmediatamente después de la lectura de la
sentencia surgieron nuevas circunstancias” que “constituyen una prueba
completamente nueva”.
En Tailandia no
hay un tiempo establecido para resolver los recursos, pero normalmente suelen
hacerlo un año después de que llega al tribunal, según fuentes cercanas al caso
consultadas por Efe. “Nadie nos ha hablado de plazos concretos, pero para
nosotros sería bueno que lo vieran lo antes posible. Si nos preguntan a
nosotros, ojalá se vieran a finales de este año o principio del siguiente como
mucho”, comentó el criminólogo Ramón Chippirrás, del equipo de defensa de
Sancho en España.
Sancho dedica la
mayor parte de su tiempo en la prisión a hacer ejercicio y a la lectura y
mantiene videollamadas semanales con su familia. El español se encuentra en una
celda destinada a los presos extranjeros y a los recién llegados, por lo que no
está tan masificada como otras del centro, que pueden llegar a acoger una
treintena de reos. En febrero, Sancho describía la atmósfera del centro como
“opresiva” por culpa del ruido continuo: los gritos, la megafonía y las
televisiones en el pasillo no dejan de escucharse en la celda que comparte con
unos 16 presos y en la que se duerme en el suelo sobre mantas. Pese a esto,
destaca que el ambiente es “sano”, como muestra su aspecto saludable.
0 Comentarios