
EL MUNDO no puede seguir participando en una anomalía democrática que ya ha adquirido la categoría de auténtico escándalo como son los sucedáneos de ruedas de prensa que ha impuesto el Gobierno con la excusa de la pandemia. El rigor profesional, la ética periodística y nuestro compromiso con los lectores nos llevan a anunciar la decisión de dejar de participar en farsas en las que desde el presidente del Gobierno al último de sus técnicos están incumpliendo con su obligación de rendir cuentas a la opinión pública. A pesar de las denuncias de las asociaciones de la prensa, el secretario de Estado de Comunicación, ejerciendo de comisario político, sigue controlando las preguntas que se le hacen a Pedro Sánchez, filtrándolas a su gusto, impidiendo que se pueda repreguntar y permitiendo a su líder que, en vez de contestar a los medios, aproveche para soltar largos mítines de autobombo. La tecnología hoy facilita que podamos ejercer nuestro trabajo, sin riesgo alguno, pero el Gobierno prefiere usar la mordaza. Mientras no rectifique, nosotros nos apeamos de este fraude a los ciudadanos.
@rdfirmaautorizada
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