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Iván Ruíz ha generado incertidumbre, ingerencia y acoso laboral en CERTV

 



¿Cuándo Luis Abinader lo va a quitar? Se preguntan colaboradores en los pasillos


Al hombre de la Telerealidad, Iván Ruiz, le ha quedado grande la dirección general de la Corporación Estatal de Radio y Televisión Dominicana hasta la fecha. A su llegada sacó de la programación más de cinco, sin hasta la fecha presentar ninguna de la supuesta revolución que tenía en carpeta. 


Sin embargo, ha focalizado la gestión en nombrar un sin número de personas para poco hacer, ya que todo el contenido está detenido mientras cobran un lujoso sueldo en comparación al que mantiene el personal que ya formaba parte de la institución, sin transparentar desde su llegada a la posición en el portal de Libre Acceso a la Información.


Mientras, por otro lado se están cometiendo los abusos del siglo contra el personal; generando incertidumbre, miedo e implantando un régimen trujillista que mayoría se ha rehusado a denunciar por miedo a perder su trabajo.


Dificultando hasta el desarrollo de las labores cotidianas por el desencanto que impera en los pasillos de CERTV, ante la ingerencia de Ruíz, ya que es su esposa Laura Guzmán la que encabeza la toma de decisiones, cayendo al más bajo nivel del nepotismo (con familiares, amigos y su círculo bien cercano nombrado).


Iván Ruíz, quién fue designado por decreto, ahora dice que no es político, quedando su “gran propuesta” en un sueño vendido al Gobierno de turno. Cayendo en un letargo sin fin la Telerealidad que iba a iniciar en el canal estatal.


El caso más sonado es el de un argentino, cuñado de la esposa de Iván, que trabajaba en transportación y personal de oficinas, Recursos Humanos y otro.


Los más perjudicados en ese caso son lo técnicos que tienen años trabajando allí y ahora lo catalogan de que no saben hacer su trabajo. Eran tratado como perros por un Uruguayo que arrasó y humilló el personal. 


Y ahora llego otro de nombre Jorgie Muñóz, quien desde el asedio y el acoso laboral, presiona al personal al personal ejecutivo y técnico con la amenaza de cancelarles, llegando al punto de realizar fotos a escondidas para unos supuestos reportes.


A la oficina de Recursos Humanos le llaman la casa terrorífica, ya que todos tienen miedo acudir allí, debido a que la flamante directora es un ogro que ejecuta desde el maltrato al personal.


Quienes son cancelados, sin justificación, son sacados casi a la fuera por militares. De los casos más sonados está el ex encargado de Transportación, el de Informática y otros tantos.


¡Que por favor el presidente haga algo! Es lo que piden a gritos en los pasillos del 4. “Que venga el MAP, que venga Contraloría, Ética que alguien haga algo, esto no es cambio”, asegura el personal que ahora mal dirige Iván Ruíz.

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