El huracán Beryl sacudió la
costa sur de Jamaica este miércoles con peligrosos vientos y marejadas, y
alcanzará México este jueves tras causar al menos siete muertos y daños considerables
en el sureste del Caribe y en Venezuela.
Beryl es ahora un huracán de
categoría tres sobre una escala de cinco y es particularmente potente para este
inicio de temporada, con vientos que alcanzan hasta los 215 km/h, según el
Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Su paso por la isla de Jamaica
dejó a más de 400.000 habitantes sin electricidad y aún se esperan
“inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra vinculados a las lluvias
torrenciales” durante la noche, según el NHC.
En un video publicado en redes
sociales, el primer ministro jamaicano, Andrew Holness, pidió a los habitantes
“respetar las órdenes de evacuación”.
También “imploró” a todas las
personas que viven en zonas inundables a acudir a “un refugio, o a un terreno
más seguro”.
Beryl debe pasar cerca o sobre
las Islas Caimán, antes de dirigirse hacia México y Belice, según el NHC.
Su paso por la isla de Jamaica
dejó a más de 400.000 habitantes sin electricidad (REUTERS/Marco Bello)
En la península de Yucatán, en
el sureste de México, las autoridades ya cerraron escuelas y alistaron un
centenar de refugios para la población. También anunciaron el despliegue de
cientos de militares y técnicos para las líneas eléctricas.
Según los expertos, es muy raro
que una tormenta tan potente se forme tan pronto en la temporada de huracanes
del Atlántico, que va de principios de junio a finales de noviembre.
Las aguas del Atlántico Norte
están entre uno y tres grados Celsius más calientes de lo normal, señaló la
Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Se trata de la primera tormenta
que alcanza la categoría 4 en un mes de junio y la categoría 5 en julio desde
que el NHC tiene registros.
Los científicos creen que el
cambio climático, al calentar las aguas del océano que favorecer estas
tormentas, está aumentando las probabilidades de que se intensifiquen
rápidamente, y el riesgo de que se produzcan huracanes más potentes.
Huracán Beryl golpeó la isla de
Jamaica (REUTERS/Marco Bello)
El responsable de la ONU para el
clima, Simon Stiell, que tiene familia en la isla de Carriacou, afirmó a la
agencia de noticias AFP que el cambio climático está “llevando las catástrofes
a niveles de destrucción sin precedentes”.
El huracán ha dejado al menos
siete muertos a su paso con tres fallecidos en Granada, donde la tormenta tocó
tierra el lunes; uno en San Vicente y las Granadinas y tres en Venezuela, según
las autoridades locales.
El primer ministro de Granada,
Dickon Mitchell, declaró que la isla de Carriacou quedó casi aislada, con
casas, telecomunicaciones e instalaciones de combustible arrasadas.
Su homólogo de San Vicente y las
Granadinas, Ralph Gonsalves, declaró en la radio que “90% de las casas”
quedaron destruidas en la isla de Unión y advirtió que la reconstrucción iba
suponer un “esfuerzo hercúleo”.
En República Dominicana,
fotógrafos de diversos medios vieron formarse enormes olas frente a la costa de
la capital, Santo Domingo.
En un video publicado en redes
sociales, el primer ministro jamaicano, Andrew Holness, pidió a los habitantes
“respetar las órdenes de evacuación” (REUTERS/Marco Bello)
La NOAA advirtió a finales de
mayo que la temporada se perfilaba extraordinaria, con la posibilidad de cuatro
a siete huracanes de categoría 3 o más.
Estas previsiones están
relacionadas, en particular, con el desarrollo previsto del fenómeno
meteorológico de La Niña, así como con temperaturas muy elevadas en el océano
Atlántico, según la NOAA.
(AFP)
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