La segunda dama de Estados Unidos, Usha Vance, viajará el
próximo jueves a Groenlandia, donde asistirá a la carrera nacional de trineos
tirados por perros. Dado que a la mujer del vicepresidente J. D. Vance no se le
conoce afición alguna a esas carreras, que le acompaña una delegación de altos
cargos y que Donald Trump ha manifestado reiteradamente su deseo de hacerse con
la isla, no resulta raro que a la visita se le vean segundas intenciones. Por
ello, el anuncio ha provocado la ira del Gobierno de Groenlandia. Su primer
ministro, Mute B. Egede, ha señalado a un medio local que la considera “muy
agresiva”.
La Casa Blanca anunció este domingo a través de un
comunicado la visita. “Usha Vance viajará a Groenlandia con su hijo y una
delegación de Estados Unidos para visitar lugares históricos, aprender sobre el
patrimonio groenlandés y asistir a la Avannaata Qimussersu, la carrera nacional
de trineos tirados por perros de Groenlandia”, decía el comunicado. “La señora
Vance y la delegación están entusiasmadas por presenciar esta carrera
monumental y celebrar la cultura y la unidad de Groenlandia”, añadía.
Quienes no están tan entusiasmados son los gobernantes de
Groenlandia, el territorio autónomo bajo soberanía danesa en el que el
presidente de Estados Unidos ha puesto una parte de sus ambiciones
imperialistas. Trump dijo en un discurso este mes en el Congreso que se hará
con el control de Groenlandia “de un modo u otro”.
“La presión muy agresiva de Estados Unidos sobre la sociedad
groenlandesa es ahora tan grave que el nivel no puede subir más. Mantenerse
unidos en Groenlandia no ha servido de nada, alzar la voz tampoco, y los
intentos diplomáticos de diálogo han sido en vano. Ahora la comunidad
internacional debe reaccionar”, ha declarado el primer ministro al periódico
local Sermitsiaq.
“Hemos intentado todas las opciones diplomáticas y
democráticas, pero todo rebota en Donald Trump y su administración en su misión
de poseer y controlar Groenlandia. Por tanto, debemos afrontar los hechos y
reconocer que cada minuto cuenta para evitar que el sueño de los
estadounidenses de anexionarse nuestro país se haga realidad”, ha explicado
Egede.
El primer ministro es presidente de Inuit Ataqatigiit, el
partido ecologista y de izquierdas que gobierna hasta ahora, pero quedó en
tercer lugar en las recientes elecciones legislativas, en las que se impuso el
independentismo moderado. El ganador de las elecciones, Jens-Frederik Nielsen,
de 33 años, líder de Demokraatit (Los Demócratas), se encuentra en plenas
negociaciones con otras formaciones políticas para formar Gobierno. La segunda
fuerza más votada (25%) fue Naleraq, una formación populista y radicalmente
independentista que defiende iniciar cuanto antes el proceso de
autodeterminación.
Se espera que entre los altos cargos de la delegación
estadounidense esté el secretario de Energía, Chris Wright, y el consejero de
seguridad nacional, Michael Waltz. La presencia de este último ha irritado
especialmente al primer ministro. “Ahora estamos en un nivel en el que de
ninguna manera se puede caracterizar como una visita inofensiva de la esposa de
un político. Porque, ¿cuál es el propósito de la presencia del consejero de
seguridad nacional en Groenlandia? El único propósito es hacernos una
demostración de fuerza, y la señal es inequívoca. Es el asesor más cercano y de
confianza de Trump, y su sola presencia en Groenlandia seguramente hará que los
estadounidenses crean en la misión de Trump, y la presión aumentará después de
la visita” señaló en su entrevista.
Las constantes amenazas de Trump de anexionarse Groenlandia
han hecho saltar las alarmas en Copenhague y entre la población groenlandesa.
El presidente estadounidense, que ya planteó en 2019 la posibilidad de comprar
la isla a Dinamarca, su aliado en la OTAN, insiste en que “la propiedad y el
control” de Groenlandia es “una necesidad absoluta” para Washington.
“Tengo un mensaje esta noche para el increíble pueblo de
Groenlandia. Apoyamos firmemente su derecho a determinar su propio futuro y, si
así lo deciden, les damos la bienvenida a los Estados Unidos de América”, dijo
Trump el pasado 6 de marzo en su discurso en una sesión conjunta del Senado y
la Cámara de Representantes. “Necesitamos a Groenlandia para la seguridad
nacional e incluso internacional, y estamos trabajando con todos los implicados
para intentar conseguirla. Pero la necesitamos, de verdad, para la seguridad mundial
internacional. Y creo que la vamos a conseguir. De una forma u otra, la vamos a
conseguir”, aseguró el presidente de Estados Unidos. “Es una población muy
pequeña, pero un territorio muy, muy grande y muy, muy importante para la
seguridad militar”, añadió en su discurso solemne ante el Congreso.
El hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr, visitó la isla en
enero en un viaje realizado a bordo del avión propiedad del magnate
republicano. En aquel momento, sin embargo, ni Trump era presidente ni los que
se desplazaron tenían ningún cargo oficial.
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