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El dilema ético del liderazgo digital en los entornos universitarios: privacidad, transparencia y poder




Autora: Carmen Enicia Chevalier Caraballo 


Introducción


La transformación digital ha redefinido profundamente el ejercicio del liderazgo, especialmente en los entornos universitarios. Las decisiones ya no se toman exclusivamente en espacios físicos, sino que se extienden a plataformas virtuales, donde algoritmos, redes sociales y sistemas de vigilancia configuran nuevas formas de poder.


Este contexto plantea un dilema ético complejo: ¿cómo ejercer un liderazgo responsable cuando la privacidad se desvanece y la transparencia se convierte en una exigencia pública? El liderazgo digital requiere una revisión crítica de los principios éticos tradicionales, incorporando dimensiones como la gestión de datos, la rendición de cuentas algorítmica y la equidad en entornos virtuales (Corrales Escalante, 2023)


Privacidad: ¿un derecho en extinción?


La privacidad, entendida como el control sobre la propia información, ha sido erosionada por el capitalismo de vigilancia. Shoshana Zuboff (2019) advierte que las corporaciones tecnológicas han convertido los datos personales en materia prima para la predicción y manipulación del comportamiento, sin consentimiento informado. En su obra The Age of Surveillance Capitalism, Zuboff sostiene que esta lógica representa una nueva arquitectura de poder que amenaza la autonomía individual y la democracia (Zuboff, 2019).


En el ámbito laboral, el monitoreo digital se ha intensificado. Según estadísticas recientes, el 60% de las empresas utilizan software de vigilancia para monitorear la actividad de sus empleados, incluyendo el uso de dispositivos, aplicaciones y tiempo de trabajo (Belyh, 2025). Aunque estas prácticas pueden mejorar la productividad, también generan tensiones éticas relacionadas con la autonomía, la confianza y el respeto a la dignidad humana. El liderazgo universitario debe enfrentar el reto de proteger la privacidad de estudiantes, docentes y personal administrativo, promoviendo políticas claras y éticas sobre el uso de tecnologías de monitoreo.


Transparencia: ¿virtud o trampa?


La transparencia se ha convertido en uno de los valores más promovidos en el liderazgo contemporáneo, especialmente en contextos universitarios donde se espera que las decisiones sean claras y accesibles. Sin embargo, en la era digital, esta virtud puede transformarse en una trampa. La constante exposición en redes sociales, plataformas institucionales y sistemas de gestión académica obliga a los líderes a mantener una imagen pública impecable, lo que puede fomentar la simulación en lugar de la autenticidad.


Evgeny Morozov (2013) advierte sobre los peligros del “solucionismo tecnológico”, una ideología que propone resolver todos los problemas sociales mediante herramientas digitales, ignorando las complejidades humanas y éticas. En su obra To Save Everything, Click Here, Morozov critica la obsesión por la transparencia como una forma de control que reduce a las personas a datos y métricas, despojándolas de su subjetividad y agencia.


En esta línea, León Ruíz (2025) sostiene que “la verdadera disrupción es un acto de rebelión ética: sostener principios frente a tecnologías que todo lo cuantifican, menos lo que nos hace humanos”. Esta afirmación resalta la necesidad de un liderazgo que no se limite a seguir indicadores, sino que defienda valores fundamentales como la dignidad, la empatía y la justicia, incluso cuando estos no son fácilmente medibles.


Poder: ¿quién vigila al algoritmo?


El poder en los entornos digitales universitarios ya no reside exclusivamente en los líderes humanos. Los algoritmos, cada vez más presentes en la toma de decisiones académicas, administrativas y pedagógicas, ejercen una influencia silenciosa pero profunda. Michel Foucault (1975), en Vigilar y castigar, anticipó esta dinámica al describir el poder como una red de vigilancia y normalización, donde el control se ejerce no solo desde arriba, sino a través de dispositivos que regulan el comportamiento cotidiano.


Hoy, los algoritmos actúan como extensiones invisibles del poder institucional. Deciden qué estudiantes reciben becas, qué profesores son evaluados favorablemente y qué contenidos se priorizan en los sistemas de gestión del aprendizaje. Sin embargo, estos sistemas no son neutrales: llevan implícitos los valores, sesgos y prioridades de sus diseñadores. Ignorar esta dimensión ética equivale a abdicar del liderazgo.


Byung-Chul Han (2013) advierte que la transparencia absoluta puede convertirse en una forma de control total. En La sociedad de la transparencia, Han señala que “la coacción de la transparencia nivela al hombre mismo hasta convertirlo en un elemento funcional del sistema. Ahí está la violencia de la transparencia”. Esta hiperexposición elimina la posibilidad de la intimidad, la reflexión y la diferencia, elementos esenciales para una comunidad universitaria plural y crítica.


Propuestas para un liderazgo ético digital


Frente a los dilemas éticos que plantea el liderazgo en entornos digitales universitarios, es urgente formular estrategias que permitan ejercer el poder de manera responsable, respetando los derechos fundamentales y promoviendo una cultura organizacional basada en la confianza, la equidad y la transparencia. A continuación, se desarrollan cuatro propuestas clave que pueden orientar a las instituciones de educación superior hacia un liderazgo ético digital.


El diseño ético de tecnologías constituye el primer pilar. Las herramientas digitales utilizadas en la gestión universitaria deben incorporar desde su concepción principios de justicia, equidad y privacidad. Esto implica que los desarrolladores y responsables institucionales consideren los impactos sociales y éticos de los sistemas que implementan, evitando la reproducción de sesgos y la vulneración de derechos. Según las directrices de la Comisión Europea (2022), una inteligencia artificial confiable en educación debe ser transparente, justa y respetuosa de la privacidad, garantizando que los datos se utilicen de forma ética y segura.


En segundo lugar, se propone una educación digital para líderes universitarios, orientada a fortalecer sus competencias en ética de datos, inteligencia artificial y derechos digitales. La formación continua en estos temas permite a los líderes comprender los riesgos asociados al uso de tecnologías emergentes y tomar decisiones informadas. Baca Calles et al. (2024) destacan que la falta de capacitación ética en el uso de herramientas digitales puede poner en riesgo la privacidad de los estudiantes y generar vulnerabilidades institucionales.


Una tercera propuesta se refiere a la implementación de políticas internas claras sobre el monitoreo digital. Las universidades deben establecer límites precisos al uso de software de vigilancia, garantizar el consentimiento informado y fomentar una cultura de confianza. Las políticas deben ser transparentes, accesibles y respetuosas de la dignidad de todos los miembros de la comunidad académica. El Instituto Nacional de Transparencia de México (2024) recomienda que cualquier tratamiento de datos personales se realice con base en principios de licitud, proporcionalidad y responsabilidad, asegurando que los titulares de los datos estén plenamente informados.


Finalmente, se plantea la necesidad de una transparencia responsable. Aunque la transparencia es un valor fundamental del liderazgo ético, su aplicación en entornos digitales debe evitar la sobreexposición y la manipulación emocional. La comunicación institucional debe ser honesta, clara y respetuosa de los límites de la privacidad. Como señala Han (2013), la transparencia sin límites puede convertirse en una forma de control que elimina la posibilidad de la diferencia y la intimidad.


Estas propuestas no constituyen soluciones definitivas, sino puntos de partida para una reflexión profunda sobre el papel del liderazgo en la era digital. La ética no puede ser una capa superficial añadida a las tecnologías, sino el núcleo desde el cual se diseñan, implementan y evalúan las prácticas institucionales.


La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), como institución pionera en la educación superior de América, se encuentra en un momento histórico que exige una transformación profunda de sus estructuras de liderazgo. En el contexto de la digitalización acelerada, impulsada por políticas públicas como el programa “Burocracia Cero” y la creciente demanda de eficiencia institucional, se vuelve imperativo repensar el liderazgo universitario desde una perspectiva ética, inclusiva y tecnológicamente consciente.


El liderazgo ético digital en la UASD debe trascender la mera implementación de tecnologías. Como señala Ciriaco Cruz (2024), la transformación digital no se limita a la infraestructura, sino que implica una reconfiguración de los modelos de gestión, los sistemas educativos y las prácticas institucionales. En este sentido, se propone una serie de estrategias que pueden orientar a la universidad hacia un liderazgo ético digital, capaz de responder a los desafíos del siglo XXI.


En primer lugar, es fundamental adoptar un modelo de liderazgo relacional y participativo, que reconozca la diversidad de actores dentro de la comunidad universitaria. Esto implica fomentar espacios de deliberación democrática, donde estudiantes, docentes y personal administrativo puedan incidir en las decisiones tecnológicas que afectan su vida académica. Ortega (2025) destaca la necesidad de repensar el modelo de gestión de la UASD para recuperar la centralidad del pensamiento crítico y la participación real de todos los sectores.


En segundo lugar, se requiere una formación ética y digital para los líderes universitarios, orientada al desarrollo de competencias en inteligencia artificial, protección de datos, derechos digitales y gobernanza algorítmica. Esta formación debe ser continua y transversal, integrando tanto aspectos técnicos como filosóficos. Muñoz-Chávez et al. (2022) subrayan que el liderazgo transformacional en educación superior exige habilidades para motivar, inspirar y generar confianza, especialmente en contextos de crisis y cambio tecnológico.


Una tercera propuesta consiste en establecer políticas institucionales claras sobre el uso de tecnologías de monitoreo y gestión de datos. La UASD debe garantizar el consentimiento informado, limitar la vigilancia digital y promover una cultura de respeto a la privacidad. Esto no solo fortalece la confianza interna, sino que alinea a la universidad con los principios de justicia y equidad que han guiado su misión histórica.


Finalmente, se propone una transparencia ética y situada, que evite la sobreexposición y la instrumentalización de la información. La transparencia debe servir para fortalecer la rendición de cuentas, no para convertir la vida académica en un espectáculo de datos. En este sentido, el liderazgo ético digital debe equilibrar la necesidad de visibilidad institucional con la protección de la intimidad y la dignidad de sus miembros.


La UASD, en su camino hacia los 500 años de existencia, tiene la oportunidad de convertirse en un referente regional de liderazgo ético digital. Para lograrlo, debe asumir la transformación tecnológica como un proceso integral, que no solo moderniza sus sistemas, sino que también renueva sus valores, sus prácticas y su compromiso con la sociedad dominicana.


Conclusiones


La digitalización de la educación superior ha transformado radicalmente las formas de ejercer el liderazgo. En este nuevo ecosistema, los líderes universitarios enfrentan un dilema ético complejo: ¿cómo ejercer el poder de manera justa y responsable en un entorno donde la privacidad se diluye, la transparencia se convierte en espectáculo y los algoritmos adquieren capacidad de decisión? Este dilema no solo interpela la gestión institucional, sino que exige una reconfiguración profunda del concepto mismo de liderazgo.


La privacidad, tradicionalmente entendida como el derecho a controlar la propia información, ha sido desplazada por una lógica de exposición constante. En el contexto universitario, plataformas de gestión académica, sistemas de videovigilancia y herramientas de análisis de desempeño generan una acumulación masiva de datos sobre estudiantes, docentes y personal administrativo.


Como advierte Zuboff (2019), esta dinámica configura un “capitalismo de vigilancia” que convierte a los individuos en objetos de predicción y manipulación. En este escenario, el liderazgo ético debe asumir una postura activa: no basta con cumplir la normativa de protección de datos, sino que se requiere una defensa radical de la autonomía informacional como principio rector de la convivencia universitaria.


La transparencia, por su parte, ha sido elevada a virtud incuestionable. Sin embargo, en la era digital, puede convertirse en una forma de control. La exigencia de visibilidad total —de procesos, decisiones, emociones— puede derivar en una cultura de hiperexposición que erosiona la autenticidad y favorece la simulación.


Byung-Chul Han (2013) advierte que la transparencia absoluta elimina la distancia necesaria para la reflexión, convirtiendo la vida pública en un escaparate de datos y emociones manipulables. En este sentido, el liderazgo ético debe reivindicar una transparencia situada, que distinga entre lo que debe ser público por razones de rendición de cuentas y lo que merece permanecer en el ámbito de lo privado por respeto a la dignidad humana.


El poder, finalmente, ha dejado de ser exclusivamente humano. Los algoritmos que gestionan inscripciones asignan recursos y personalizan el aprendizaje se han convertido en actores políticos invisibles. Foucault (1975) ya había anticipado esta transformación al describir el poder como una red de vigilancia y normalización. Hoy, los líderes universitarios deben asumir la responsabilidad algorítmica: cada sistema implementado refleja decisiones éticas sobre qué contar, qué valorar y qué excluir. Ignorar esta dimensión equivale a abdicar del liderazgo en favor de una tecnocracia sin rostro.


Desde esta perspectiva, propongo una postura innovadora: el liderazgo ético digital debe evolucionar hacia una ética del cuidado tecnológico. Esta ética no se limita a la gestión de riesgos, sino que promueve una cultura institucional centrada en el respeto, la inclusión y la justicia. Como señala Corrales Escalante (2023), la ética digital puede ser una oportunidad para transformar las universidades en espacios de convivencia sana, crítica y centrada en el bien común.


Este enfoque implica tres transformaciones clave. Primero, pasar de la vigilancia a la confianza, diseñando tecnologías que empoderen en lugar de controlar. Segundo, sustituir la transparencia total por una comunicación ética, que informe sin invadir. Y tercero, reemplazar el poder algorítmico opaco por una gobernanza digital participativa, donde estudiantes y docentes tengan voz en el diseño y evaluación de los sistemas que los afectan.


En suma, el liderazgo ético digital en las universidades no puede limitarse a la adaptación normativa. Requiere una visión crítica, valiente y transformadora que reconozca los riesgos del entorno digital y proponga formas de ejercer el poder que fortalezcan la autonomía, la justicia y la dignidad en la vida académica.


 


Referencias Bibliográficas


Baca Calles, W. A., Jiménez Cedeño, J. A., Bedón Paredes, S. R., Moreno Vega, L. G., & Macias Suárez, M. J. (2024). La ética del docente en la era digital: privacidad, derechos de autor y uso responsable de la tecnología. Ciencia Latina. https://ciencialatina.org/inde x.php/cienciala/article/download/15989/22786


Belyh, A. (2025). 41 Employee Monitoring Statistics for 2025. Keevee. https://www. keevee.com/employee-monitoring-statistics


Ciriaco Cruz, A. (2024). La UASD en la época actual: Imperativos para una transformación digital. El Día. https://eldia.com.do/la-uasd-en-la-epoca-actual-imperativos-para-una-transformacion-digital/


Comisión Europea. (2022). Directrices éticas sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) y los datos en la educación y formación para los educadores. Oficina de Publicaciones de la Unión Europea. https://ciec.edu.co/wp-content/uploads/2024/01/DIRECTRICES-ETICAS-SOBRE-EL-USO-DE-LA-INTELIGENCIA-ARTIFICIAL-Y-LSO-DATOS-EN-EDUCA CION.pdf


Corrales Escalante, X. (2023). Ética digital: Dilema u oportunidad en las organizaciones de educación superior inteligentes. Universidad Nacional, Costa Rica. https://rep ositorio.una.ac.cr/bitstreams/44366060-2b0b-4786-843d-4df4effeaee7/download


Corrales Escalante, X. (2023). Ética digital: Dilema u oportunidad en las organizaciones de educación superior inteligentes. Universidad Nacional, Costa Rica. https://repositorio.una.ac.cr/bitstreams/44366060-2b0b-4786-843d-4df4effeaee7/download


 Foucault, M. (1975). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. Siglo XXI Editores.


Han, B.-C. (2013). La sociedad de la transparencia. Herder.


Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. (2024). Políticas internas para la gestión y tratamiento de datos personales. https://bing.com/search?q=pol%c3%adticas+internas+sobre+monitoreo+digital+consentimiento+confianza+citas+APA


Ministerio de Administración Pública. (2023). Crean mesa de trabajo para impulsar la transformación digital en la UASD. https://map.gob.do/2023/11/03/crean-mesa-de-trabajo-para-impulsar-la-transformacion-digital-en-la-uasd/


Morozov, E. (2013). To save everything, click here: The folly of technological solutionism. PublicAffairs.


Muñoz-Chávez, J. P., Barrios-Quiroz, H., Valle-Cruz, D., & García-Contreras, R. (2022). Hacia el liderazgo transformacional en la educación superior: competencias para responder a la crisis del COVID-19. Ciencia y Sociedad, 47(2), 21–40. https://doi.org/10.2 2206/cys.2022.v47i2.pp21-40 [redalyc.org]


Ortega, J. (2025). La UASD de hoy y del futuro: desafíos y compromisos para una gestión transformadora. El Jaya. https://www.eljaya.com/225432/la-uasd-de-hoy-y-del-futuro-desafios-y-compromisos-para-una-gestion-transformadora-desde-san-francisco-de-macoris/


Ruíz, L. (2025). Liderazgo ético en la era digital: más allá de los dashboards y la eficiencia. Entrepreneur.https://spanish.entrepreneur.com/tecnologia/liderazgo-etico-en-la-era-digita l-mas-alla-de-los/494143


Zuboff, S. (2019). The age of surveillance capitalism. Profile Books.

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