
Durante el mandato de Vizcaino, el SAIME aplicó aranceles exorbitantes a quienes solicitaban pasaportes, de los cuales él se benefició personalmente de estos ingresos. Algunos pasaportes se vendían a ciudadanos no venezolanos y otros solicitantes nunca recibieron los pasaportes que habían tramitado, incluso después de que les cobraran miles de dólares en forma ilícita. Dugarte recibió además sobornos y estuvo públicamente implicado en transacciones corruptas de venta de pasaportes.
Es inadmisible que los venezolanos no puedan obtener un pasaporte o que deban pagar precios excesivos debido a la corrupción, mientras siguen huyendo de las condiciones devastadoras en Venezuela que han creado Maduro y sus socios corruptos. Esta es otra de las causas de las penurias que padecen millones de venezolanos actualmente.
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