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Hijo mandó a matar a su madre desde la cárcel en Quito: sus nietos también participaron en el crimen

 

El 16 de marzo de 2025, Mónica Páez, una mujer de 70 años, fue asesinada a tiros mientras llegaba a una iglesia en el norte de Quito. Lo que en un inicio se creyó que fue un crimen ejecutado por sicarios, terminó revelando una trama macabra gestada desde el interior de la cárcel del Inca. La Fiscalía y la Policía han identificado como autor intelectual del crimen a su propio hijo, Bolívar A., con la participación directa de sus dos nietos: Juan Francisco y José Daniel A. C.

 

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Sus familiares, también hijo de la víctimas, revelaron en una entrevista con Metro Ecuador que el crimen se planeó meticulosamente. Bolívar A., privado de libertad desde 2023 por el delito de violación contra su hijastra, habría coordinado el asesinato desde prisión con la ayuda de su círculo cercano. Las investigaciones policiales apuntan a que utilizó a sus hijos, los dos nietos de la víctima, para mover el dinero necesario, realizar pagos y entregar información clave sobre los movimientos de la señora Páez.

 

Las cámaras de seguridad captaron a dos mujeres jóvenes merodeando el vehículo de Mónica Páez momentos antes del crimen. Según los investigadores, estas mujeres verificaron la identidad de la víctima, realizaron una llamada y, minutos después, dos hombres en motocicleta llegaron al lugar y le dispararon cinco veces a través del vidrio del copiloto. Luego, las mujeres fueron vistas retirando dinero de un cajero y abordando un vehículo conducido por un hombre, quien habría brindado un servicio de transporte sin conocimiento del crimen.

 

El sicario fue identificado como Jonier A., pareja de una de las mujeres que aparece en los videos. Jonier fue detenido por tráfico de drogas, y durante su arresto surgieron las conexiones con el asesinato. La clave para atar todos los cabos fue el testimonio de J. P., una mujer que vivía con los implicados y que prestaba su cuenta bancaria para movimientos financieros desde prisión. Pinto afirmó haber escuchado la planificación del crimen y proporcionó detalles que permitieron a la Fiscalía identificar a los autores intelectuales y materiales.

 

Según sus familiares, la motivación del crimen fue puramente económica. Su madre era dueña de varios bienes y Bolívar A. habría intentado acceder a ellos mediante sus hijos. Uno de ellos, Juan Francisco, vivía con la señora Páez y habría sido quien proporcionó la información sobre sus rutinas. Al momento de su detención, tenía en su poder un acta de defunción falsa y sellos notariales, lo que hace presumir que buscaba falsificar documentos para apropiarse de propiedades.

 

Actualmente, están detenidos Bolívar A., su hijo Juan Francisco A. y Jonier A., el gatillero. José Daniel A., el otro nieto implicado, se encuentra prófugo y con orden de captura internacional. También están detenidas J. P. y las dos mujeres vistas en los videos de vigilancia. El conductor del vehículo continúa bajo investigación.


“Esto nos destrozó como familia. Mi madre siempre lo ayudó, incluso cuando fue detenido. Nunca nos imaginamos una traición tan atroz”, lamentan sus familiares.

Hoy, la familia clama por justicia y espera que el sistema judicial actúe con firmeza frente a este crimen gestado desde la prisión por quienes debieron proteger a la víctima.

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