Dajabón.- Una imponente arquitectura en lo alto de las montañas de Capotillo, con la bandera nacional de fondo y bajo lluvias benditas, fue el marco perfecto de una jornada que unió música, historia y emoción.
El espectáculo “Que Viva la Patria”, en el corazón mismo donde todo comenzó, se convirtió en un baño de calidad musical, orgullo y amor nacional. Un aguacero imparable durante dos horas no impidió que miles de personas que llegaron desde temprano disfrutaron el domingo de una cartelera artística integrada por grandes estrellas de la música como Fefita La Grande, Steffany Constanza, Chimbala, Fernando Villalona y Wilfrido Vargas. Había que estar presente para recibir toneladas de vibrantes emociones y orgullo patriótico.
La decisión del presidente Luis Abinader de culminar en el monumento de Capotillo la conmemoración del 162 aniversario de la Gesta Restauradora resultó excepcional. Lo vivido en este concierto fue una experiencia histórica e inolvidable de amor por la patria, por nuestros héroes y por los talentos musicales de la nación.
Los animadores Michael Miguel y Aquiles Correa guiaron un espectáculo cargado de emociones. Cientos de personas no pudieron contener las lágrimas cuando el ícono universal del merengue, Wilfrido Vargas, expresó su admiración por El Mayimbe, Fernando Villalona. Al subir Villalona al escenario, el estruendo de aplausos y vítores fue inmenso.
“Mi pueblo, mi gente -exclamaba un entusiasta Fernando Villalona mientras abrazaba a Vargas- este es mi padre musical, quien me enseñó a cantar merengue”. La multitud respondió con ovaciones, lágrimas y piel de gallina.
Wilfrido Vargas, con su inagotable revolución creativa, ofreció una contundente demostración del poder de su agrupación y del arsenal de éxitos que ha marcado generaciones.
De su lado, Fernando Villalona desplegó su carisma hechizante y una descarga de romanticismo que reafirmó su conexión con el público en cada interpretación.
Fefita La Grande demostró, una vez más, que es insuperable sobre el escenario, con su estilo folclórico y energía arrolladora que conquistaron al público desde el primer acorde.
La joven estrella del merengue Steffany Constanza también desafió la lluvia y salió a escena junto a un pueblo que la acompañaba en la misma entrega. Su frescura y autenticidad es una encantadora muestra de la renovación y evolución del merengue.
El cierre estuvo del espectáculo estuvo a cargo de Chimbala, uno de los ídolos más encumbrados de la música urbana, quien convirtió el final en un estallido de energía positiva que las familias, especialmente los más jóvenes, disfrutaron desafiando la lluvia.
Respaldo del Gobierno
El presidente Luis Abinader permaneció atento durante todo el desarrollo del concierto, que se convirtió en un acontecimiento cultural y patriótico sin precedentes.
El alcalde, la gobernadora, los regidores y otras autoridades locales expresaron su agradecimiento al presidente, así como a Banreservas y al Ministerio de Turismo, por hacer posible este memorable encuentro.
Una jornada bajo lluvias benditas, abrazada por la ternura de un padre musical y su hijo artístico, sellada por la grandeza de un pueblo que, entre aplausos, lágrimas y piel de gallina, reafirmó que la Patria vive donde comenzó todo: en Capotillo, en el corazón, y en la música que nos une.
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