La peor derrota electoral de Javier Milei desde que asumió
la presidencia de Argentina se materializó este domingo, marcando un punto de
inflexión para su gobierno. Su partido, La Libertad Avanza, no pudo contra la
oposición peronista en los comicios para legisladores provinciales en la
provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más grande del país.
El resultado fue contundente, con la lista unificada del
peronismo obteniendo un 47,25% de los votos frente al 33,72% de la alianza
oficialista, según datos con el 96,33% de las mesas escrutadas.
El propio mandatario reconoció el resultado adverso,
calificándolo como una "clara derrota" en el plano político, aunque
aseguró que el rumbo de su administración no se modificará. Este revés
electoral, que nadie en la Casa Rosada esperaba con un margen tan amplio, pone
al gobierno en una posición compleja de cara a las elecciones legislativas
nacionales del 26 de octubre. A continuación, se detallan cuatro razones que
explican este resultado en las urnas.
La situación económica
Una de las promesas centrales de Milei fue la estabilización
de la economía argentina. Si bien ha logrado avances en el control de la
inflación, la percepción en la vida cotidiana de los ciudadanos parece ser
otra. La principal bandera del oficialismo ha encontrado serias dificultades
para traducirse en un bienestar palpable para las familias. Según cifras del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la pobreza alcanzó un
récord histórico en 2024 y, aunque ha disminuido, sigue afectando a más de un
tercio de la población.
Una encuesta de Zuban Córdoba de julio de este año, citada
por medios como la BBC, reveló que un 63,7% de los argentinos afirma que le es
cada vez más difícil llegar a fin de mes. En el mismo sondeo, un 65,1% consideró
que su situación económica empeoró en los últimos seis meses.
La provincia de Buenos Aires, que alberga grandes núcleos de
pobreza según el diario La Nación, es especialmente sensible a este clima.
Emmanuel Álvarez Agis, exviceministro de Economía, explicó a BBC Mundo que esta
elección tiene "mucho de resultado económico", señalando que la
provincia perdió 44,000 empleos en el sector privado desde que Milei asumió el
poder.
Escándalo de corrupción y crisis de popularidad
Las semanas previas a la elección fueron particularmente
difíciles para el presidente. Un escándalo de corrupción golpeó directamente a
su círculo más cercano. El 20 de agosto se filtraron audios que supuestamente
vinculaban a su hermana y secretaria presidencial, Karina Milei, con un esquema
de sobornos en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis). Aunque el gobierno
desestimó las acusaciones como una operación política, la controversia generó
dudas y afectó el discurso anti "casta" con el que Milei ganó la
presidencia.
El diario La Nación informó que una encuesta de Management
& Fit detectó que el 94,5% de los consultados estaba al tanto del escándalo
y más del 70% lo consideraba grave. Este hecho se sumó a una tendencia a la
baja en la popularidad del mandatario. La Universidad Torcuato di Tella
registró que el Índice de Confianza en el Gobierno alcanzó su punto más bajo en
la primera quincena de agosto, con una caída del 13,6% en solo un mes, lo que
evidencia un desgaste en la imagen presidencial.
El desgaste político en el congreso
El gobierno de Javier Milei ya venía sintiendo el desgaste
en el ámbito legislativo. A pesar de no tener mayoría, había logrado sacar
adelante varias de sus iniciativas, pero en las semanas previas a los comicios
enfrentó reveses significativos. El 4 de septiembre, el Congreso anuló un veto
presidencial a una ley que declaraba la emergencia en discapacidad, reafirmando
una norma que el mandatario quería evitar para proteger el superávit fiscal.
Además, el Senado rechazó una serie de decretos presidenciales
destinados a recortar el presupuesto estatal, aprobando en su lugar un aumento
de las partidas para educación y salud. La respuesta del presidente fue
contundente, acusando al Congreso de estar "secuestrado por el
kirchnerismo" y de tener como única agenda "quebrar al Estado
Nacional". En su discurso de victoria, el gobernador Axel Kicillof
interpretó el resultado de las urnas como un mensaje directo contra estos
recortes.
La unión estratégica del peronismo
A pesar de las profundas diferencias internas, los diversos
sectores del peronismo lograron presentar una lista unificada en estos comicios
provinciales. La alianza entre figuras como Axel Kicillof, Sergio Massa y
Máximo Kirchner demostró ser una estrategia exitosa. Este pacto se concretó a
pesar de las tensiones, especialmente la distancia entre Kicillof y la
expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien finalmente apoyó la decisión
de competir de manera unificada.
El periodista Joaquín Morales Solá, en una columna para La
Nación, describió este movimiento como un acto de pragmatismo característico
del peronismo, que "logró la unidad en las vísperas de elecciones".
Esta unión les permitió capitalizar el descontento y superar a la alianza de La
Libertad Avanza con el PRO de Mauricio Macri. Aunque mantener esta coalición
será un reto para las próximas elecciones en Argentina, por ahora, el peronismo
celebra una victoria clave que lo reposiciona en el tablero político.
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